Si eres un profesional o estudiante de contabilidad, auditoría, finanzas o administración, seguramente has escuchado hablar del modelo COSO de control interno. Pero, ¿sabes qué es y cómo se aplica en la práctica? En este artículo te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre este marco de referencia que ayuda a las organizaciones a gestionar sus riesgos y mejorar su desempeño.
¿Qué es el modelo COSO de control interno?
El modelo COSO de control interno es un conjunto de principios, componentes y elementos que proporcionan una base para diseñar, implementar, evaluar y mejorar el sistema de control interno de una organización. El nombre COSO proviene de las siglas en inglés de Committee of Sponsoring Organizations of the Treadway Commission, una organización independiente que desarrolló el modelo en 1992 y lo actualizó en 2013.
El objetivo del modelo COSO es ayudar a las organizaciones a lograr sus objetivos estratégicos, operativos, de reporte y de cumplimiento, mediante la prevención y detección de errores, fraudes, irregularidades y riesgos que puedan afectar su desempeño. El modelo COSO se basa en la premisa de que el control interno es un proceso integrado y dinámico que involucra a todas las personas de la organización, desde la alta dirección hasta los empleados operativos.
¿Cuáles son los componentes del modelo COSO de control interno?
El modelo COSO de control interno está compuesto por cinco componentes interrelacionados que se aplican a todos los niveles y actividades de la organización. Estos componentes son:
Ambiente de control
Se refiere al conjunto de factores que influyen en el comportamiento y la cultura de la organización respecto al control interno. Incluye aspectos como la integridad, los valores éticos, la competencia, el compromiso, la estructura organizativa, la asignación de autoridad y responsabilidad, la política de recursos humanos y el ambiente de trabajo.
Evaluación de riesgos
Se refiere al proceso de identificar y analizar los riesgos internos y externos que pueden impedir o dificultar el logro de los objetivos de la organización. Incluye aspectos como la definición de los objetivos, la identificación de los eventos potenciales que pueden afectarlos, la estimación de su probabilidad e impacto, y la determinación de las respuestas adecuadas para mitigarlos o aprovecharlos.
Actividades de control
Se refieren a las acciones que se realizan para asegurar que las respuestas a los riesgos se ejecuten efectivamente. Incluyen aspectos como las políticas, los procedimientos, las normas, las prácticas, los controles preventivos y detectivos, las revisiones independientes, la segregación de funciones y la supervisión.
Información y comunicación
Se refieren a los sistemas y procesos que permiten generar, capturar, procesar, distribuir y compartir la información relevante para el control interno. Incluyen aspectos como la calidad, la oportunidad, la confiabilidad, la seguridad y la accesibilidad de la información, así como los canales formales e informales de comunicación interna y externa.
Monitoreo
Se refiere al proceso de evaluar el diseño y la efectividad del sistema de control interno a lo largo del tiempo. Incluye aspectos como las actividades continuas o periódicas de monitoreo, las evaluaciones internas o externas del control interno, los informes sobre las deficiencias o debilidades encontradas y las acciones correctivas implementadas.
¿Cómo se aplica el modelo COSO en la práctica?
Para aplicar el modelo COSO en la práctica se requiere seguir una serie de pasos que implican un compromiso por parte de toda la organización. Estos pasos son:
Establecer los objetivos: se trata de definir claramente los objetivos estratégicos, operativos, de reporte y de cumplimiento que se quieren alcanzar con el control interno.
Identificar los riesgos: se trata de identificar los eventos potenciales que pueden afectar el logro de los objetivos y evaluar su probabilidad e impacto.
Diseñar las respuestas: se trata de determinar las acciones que se van a realizar para mitigar o aprovechar los riesgos identificados, así como los responsables de su ejecución.
Implementar las actividades de control: se trata de poner en marcha las políticas, los procedimientos, las normas, las prácticas y los controles que se han diseñado para asegurar que las respuestas a los riesgos se ejecuten efectivamente.
Generar y comunicar la información: se trata de generar, capturar, procesar, distribuir y compartir la información relevante para el control interno, tanto interna como externamente.
Monitorear y mejorar el sistema: se trata de evaluar el diseño y la efectividad del sistema de control interno a lo largo del tiempo, reportar las deficiencias o debilidades encontradas y tomar las acciones correctivas necesarias.
¿Por qué estudiar el modelo COSO en QLU?
El modelo COSO de control interno es una herramienta fundamental para los profesionales y estudiantes de contabilidad, auditoría, finanzas y administración, ya que les permite comprender y aplicar los principios y componentes del control interno en cualquier tipo de organización. Además, el modelo COSO es reconocido internacionalmente como un estándar de buenas prácticas y es requerido por muchas entidades reguladoras y supervisoras.
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