¿Para qué sirve una estrategia de comunicación?
La comunicación es un elemento clave para el éxito de cualquier organización, ya sea una empresa, una institución o una marca personal. La comunicación nos permite transmitir nuestro mensaje, nuestros valores y nuestra propuesta de valor a nuestro público objetivo, así como crear relaciones de confianza y fidelidad con nuestros clientes y stakeholders.
Sin embargo, para que la comunicación sea efectiva, no basta con comunicar por comunicar. Es necesario tener una estrategia de comunicación que nos ayude a definir qué queremos comunicar, a quién, cómo, cuándo y dónde. Una estrategia de comunicación es un plan de acción que nos permite establecer objetivos claros y medibles, identificar a nuestro público objetivo, seleccionar los canales y medios más adecuados, diseñar los mensajes más persuasivos y evaluar los resultados obtenidos.
¿Para qué sirve una estrategia de comunicación?
- Diferenciarnos de la competencia y posicionarnos en el mercado.
- Generar notoriedad y reconocimiento de nuestra marca o entidad.
- Aumentar el tráfico a nuestra web o blog y mejorar el posicionamiento SEO.
- Captar la atención y el interés de nuestro público objetivo.
- Convertir a los visitantes en leads y a los leads en clientes.
- Fidelizar a los clientes y crear embajadores de nuestra marca.
- Gestionar la reputación online y offline de nuestra organización.
- Prevenir y resolver posibles crisis de comunicación.
Tipos de estrategias de comunicación
Existen diferentes tipos de estrategias de comunicación según el objetivo que se persiga, el público al que se dirija y el canal o medio que se utilice. Algunos ejemplos son:
- Estrategia de comunicación corporativa: se enfoca en promover la imagen, la cultura y los valores de la organización, así como en establecer relaciones con los medios de comunicación, los inversores, los proveedores y otros grupos de interés.
- Estrategia de comunicación interna: se orienta a mejorar la comunicación dentro de la organización, fomentando el compromiso, la motivación y el rendimiento de los empleados, así como la transparencia y la coherencia en las políticas y procedimientos internos.
- Estrategia de comunicación externa: se dirige a comunicar con el público externo, es decir, los clientes actuales y potenciales, los usuarios, los seguidores, etc. Se puede subdividir en:
- Estrategia de comunicación comercial: tiene como objetivo vender productos o servicios, creando campañas publicitarias o promocionales que destaquen los beneficios y las ventajas competitivas de la oferta.
- Estrategia de comunicación digital: se basa en utilizar las herramientas y plataformas digitales para difundir el mensaje, como las redes sociales, el email marketing, el marketing de contenidos, el videomarketing, etc.
- Estrategia de comunicación social: busca generar un impacto positivo en la sociedad o en el medio ambiente, mostrando el compromiso social o ambiental de la organización o apoyando causas solidarias o sostenibles.
Cómo crear una estrategia de comunicación
Para crear una estrategia de comunicación efectiva es necesario seguir una serie de pasos:
- Analizar la situación actual: realizar un diagnóstico interno y externo para conocer las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (DAFO) de la organización en materia de comunicación.
- Definir los objetivos: establecer qué se quiere lograr con la estrategia de comunicación, teniendo en cuenta que sean SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales).
- Segmentar el público objetivo: identificar a quién nos queremos dirigir con nuestra comunicación, cuáles son sus características demográficas, psicográficas y comportamentales, sus necesidades, sus intereses y sus preferencias.
- Elegir los canales y medios: seleccionar los soportes más adecuados para llegar a nuestro público objetivo con nuestro mensaje, teniendo en cuenta su disponibilidad, su accesibilidad y su rentabilidad.
- Diseñar los mensajes: crear los contenidos que queremos transmitir con nuestra comunicación, adaptándolos al tono, al estilo y al lenguaje de nuestro público objetivo y al canal o medio elegido.
- Implementar el plan de acción: ejecutar las acciones previstas en la estrategia de comunicación siguiendo un calendario establecido y asignando los recursos humanos y materiales necesarios.
- Medir los resultados: evaluar el impacto y la efectividad de la estrategia de comunicación mediante indicadores clave de rendimiento (KPI) que nos permitan comprobar si se han cumplido los objetivos propuestos.
En conclusión una estrategia de comunicación bien diseñada e implementada puede aportar numerosos beneficios a una organización, como mejorar su imagen y reputación, aumentar su visibilidad y posicionamiento en el mercado, incrementar sus ventas y fidelizar a sus clientes, mejorar su comunicación interna y su clima laboral y gestionar las situaciones de crisis o conflicto. Por ello, es importante contar con profesionales especializados en esta área que puedan asesorar y orientar a la organización en todo el proceso.
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