Aire interior: 10 errores cotidianos que empeoran tu salud – Perla Machaen

La calidad del aire dentro de casa influye directamente en la energía, el descanso y la salud respiratoria. Sin embargo, la mayoría de las personas pasa por alto señales básicas que advierten que algo no está bien. La especialista en wellness y biohacking de espacios interiores, Perla Machaen, explica que el aire puede estar contaminado incluso sin olores fuertes ni humo visible. Desde moho hasta partículas invisibles, hay factores que drenan el bienestar y que se repiten a diario en muchos hogares.

A continuación, se presentan 10 errores comunes en la calidad del aire interior que, según Perla Machaen, afectan la salud y cómo corregirlos de forma sencilla.

1) No cambiar los filtros del aire acondicionado

El filtro sucio del A/C acumula polvo, polen, esporas y bacterias. Si no se reemplaza cada 2 o 3 meses, el aire recircula con contaminantes que provocan alergias, irritación y fatiga.

Solución: programar un calendario fijo para cambiar filtros y optar por modelos MERV 8–13, según compatibilidad del equipo.

2) Ignorar la humedad relativa

Vivir en un ambiente demasiado húmedo (más de 60 %) fomenta la aparición de moho, mientras que un aire muy seco (menos de 35 %) causa irritación ocular y respiratoria.

Solución: utilizar deshumidificadores en climas tropicales y humidificadores en climas secos para mantener el rango ideal (40–55 %).

3) Ventilar solo “cuando se puede”

Abrir ventanas una vez por semana no es suficiente. El aire se estanca, aumenta el nivel de CO₂ y con ello la sensación de cansancio.

Solución: ventilar 15 minutos al día, preferiblemente en la mañana, o instalar sistemas de ventilación mecánica en departamentos cerrados.

4) Usar productos de limpieza agresivos

Limpiadores con fragancias fuertes y aerosoles liberan compuestos orgánicos volátiles (COV), que se quedan suspendidos en el aire y afectan la salud respiratoria.

Solución: elegir productos verdes certificados o preparaciones caseras con vinagre, bicarbonato y aceites esenciales naturales.

5) Olvidar los ductos del A/C

Aunque se cambien filtros, los ductos acumulan polvo y humedad con el tiempo. Esto genera focos de proliferación de hongos y bacterias.

Solución: contratar limpieza profesional de ductos cada 2–3 años, especialmente en climas húmedos.

6) Dejar textiles sin mantenimiento

Alfombras, cortinas y sofás retienen polvo, polen y ácaros que luego circulan en el aire.

Solución: aspirar con filtros HEPA, lavar cortinas periódicamente y usar textiles fáciles de limpiar.

7) Usar aromatizantes artificiales

Los ambientadores convencionales liberan químicos sintéticos que afectan el sistema respiratorio y pueden causar dolores de cabeza.

Solución: optar por difusores con aceites esenciales naturales o simplemente ventilar y limpiar de manera adecuada.

8) Cocinar sin extractor o ventilación

El humo y las grasas liberadas en la cocina se quedan suspendidos en el aire, afectando pulmones y saturando superficies.

Solución: usar campanas extractoras que ventilen hacia el exterior y limpiar los filtros regularmente.

9) No revisar fugas de gas o monóxido

El monóxido de carbono es un enemigo invisible que causa fatiga extrema y, en niveles altos, puede ser mortal.

Solución: instalar detectores de monóxido de carbono en cocinas y áreas con calentadores de gas.

10) Acumular objetos innecesarios

Un hogar con exceso de objetos acumula polvo y dificulta la limpieza, aumentando partículas en el aire.

Solución: practicar un minimalismo funcional, despejando superficies y almacenando solo lo esencial.

Conclusión: respirar mejor empieza en casa

Perla Machaen sostiene que mejorar la calidad del aire interior no requiere inversiones millonarias, sino hábitos constantes y conscientes. Cambiar filtros, ventilar, controlar la humedad y reducir químicos son pasos accesibles que marcan una diferencia tangible. Al corregir estos 10 errores cotidianos, el hogar deja de drenar energía y se convierte en un espacio que fortalece la salud y prolonga la vitalidad.