¿Para qué sirve el análisis horizontal y vertical? Esta es una pregunta que muchos profesionales se hacen cuando quieren evaluar el desempeño financiero de una empresa o un sector. En este artículo te explicaremos qué son estos tipos de análisis, cómo se realizan y qué beneficios aportan.
El análisis horizontal y vertical son dos herramientas que se utilizan para analizar los estados financieros de una empresa, como el balance general, el estado de resultados o el flujo de efectivo. Estos análisis permiten comparar los datos de diferentes periodos o de diferentes empresas, para identificar tendencias, fortalezas, debilidades y oportunidades de mejora.
¿Qué es el análisis horizontal?
El análisis horizontal consiste en comparar los datos de un mismo estado financiero en diferentes periodos de tiempo, para observar la evolución y el crecimiento de la empresa. Por ejemplo, se puede comparar el balance general del año 2020 con el del año 2019, para ver cómo han variado los activos, los pasivos y el patrimonio.
Para realizar el análisis horizontal se pueden utilizar dos métodos: el método absoluto y el método relativo. El método absoluto consiste en calcular la diferencia absoluta entre los valores de cada periodo, es decir, restar el valor del periodo anterior al valor del periodo actual. El método relativo consiste en calcular la diferencia relativa entre los valores de cada periodo, es decir, dividir el valor del periodo actual por el valor del periodo anterior y multiplicar por 100.
El análisis horizontal permite evaluar si la empresa ha aumentado o disminuido sus ingresos, sus gastos, sus utilidades, sus activos, sus pasivos o su patrimonio. También permite identificar las partidas que han tenido mayor o menor variación y las razones que explican esos cambios.
¿Qué es el análisis vertical?
El análisis vertical consiste en comparar los datos de un mismo estado financiero en un mismo periodo de tiempo, pero expresándolos como porcentajes del total. Por ejemplo, se puede expresar cada partida del balance general como porcentaje del total de activos o del total de pasivos y patrimonio. De esta forma se puede observar la composición y la estructura de la empresa.
Para realizar el análisis vertical se debe dividir el valor de cada partida por el valor total del estado financiero y multiplicar por 100. Así se obtiene el porcentaje que representa cada partida sobre el total.
El análisis vertical permite evaluar si la empresa tiene una buena proporción entre sus activos y sus pasivos, entre sus ingresos y sus gastos, entre sus costos y sus utilidades. También permite identificar las partidas que tienen mayor o menor peso sobre el total y las posibles desviaciones o desequilibrios que puedan afectar la rentabilidad o la solvencia de la empresa.
¿Qué beneficios aporta el análisis horizontal y vertical?
El análisis horizontal y vertical aporta varios beneficios para la gestión financiera de una empresa o un sector. Entre ellos se pueden mencionar:
- Permite conocer la situación actual y la evolución histórica de la empresa o el sector.
- Permite detectar las fortalezas y las debilidades de la empresa o el sector.
- Permite identificar las oportunidades y las amenazas del entorno.
- Permite establecer objetivos, estrategias y planes de acción para mejorar el desempeño financiero.
- Permite medir los resultados y evaluar el cumplimiento de las metas.
- Permite comparar la empresa o el sector con otras empresas o sectores similares o competidores.
En conclusión, el análisis horizontal y vertical son dos herramientas fundamentales para realizar un diagnóstico financiero de una empresa o un sector. Estos análisis permiten obtener información valiosa para tomar decisiones acertadas y mejorar la gestión financiera.
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